Muchos colegios y sobre todo guarderías han decididono no separar a los niños por edades. Podemos encontrar a niños/as de 1 a 3 años en el mismo aula compartiendo actividades y espacio.
Y qué beneficios aporta? Como hemos podido observar muchas veces en situaciones de nuestro día a día, nuestros hijos/as imitan a niños/as más mayores que hay en su entorno. Muestran interés por hacer lo que ellos hacen y aprenden de esta manera nuevos pasos en su desarrollo.
En la guardería hemos podido comprobar que esto realmente funciona. Los más pequeños aprenden de sus compañeros y los mayores asientan sus conocimientos y refuerzan su autoestima.
Además y desde mi punto de vista, que los niños/as de distintas edades compartan espacio y actividades les acerca más a la realidad del mundo y aprenden de esta manera a cuidar, ayudar y respetar a los demás, a escuchar y a compartir. Todos ellos son valores fundamentales para un desarrollo emocional y socialmente sano.
Además, como ya observó María Montessori, los niños/as tienen motivación innata por aprender y por ser más independientes. De esta manera lo consiguen, ya que en parte se reduce la participación del adulto. Ellos aprenden de manera activa a través de la imitación y se implican de forma divertida y práctica en su propio aprendizaje.
Esto no quiere decir que en las guarderías en las que optan por este método, el maestro/a no forme parte del aprendizaje de los niños. Evidentemente él/ella seguirá siempre el desarrollo de los niños/as, proporcionando las actividades individuales o grupales necesarias y adecuadas en cada momento para fomentar y ayudar a la evolución de dicho desarrollo.
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