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Mi niño pega


A menudo nos encontramos en la guardería con papás y mamás muy preocupados porque sus hijos/as pegan o muerden a otros niños.
Yo, como maestra y como madre, soy consciente de que es un tema muy delicado y que acarrea muchas preocupaciones. Me encantaría decir que es algo fácil y rápido de solucionar, pero no lo es. Cuando nuestros peques rondan la edad de 2 años empiezan a mostrar este comportamiento (por supuesto cada niño/a es diferente, ni todos lo pasan, ni todos lo hacen en el mismo momento).
 En esta etapa los niños/as aún no muestran empatía y tienen un comportamiento egocéntrico. Cuando necesitan o simplemente quieren algo, utilizarán las herramientas que hasta el momento poseen para poder conseguirlo. Qué pasa cuando no pueden conseguirlo fácilmente? Entonces aparece la frustración. Ella es la causante de las rabietas y la agresividad de nuestros niños/as, ella es la culpable de este comportamiento. No debemos olvidar esto, ya que no es una opción que elijan nuestros niños, sino la  respuesta a un sentimiento o impulso que aún no saben controlar y canalizar.
Es una parte más dentro de su desarrollo social y emocional y  ahí tenemos que estar nosotros para ayudarles y enseñarles.
Como ya he comentado antes, no es algo sencillo y en ocasiones hay  papás y mamás que pueden perder los papeles. Desde mi punto de vista, la mejor opción es controlarse y actuar con tranquilidad y calma ya que no debemos olvidar que somos su mejor ejemplo. Gritar o dar un cachete, aunque algunos padres consideran que es la mejor solución, yo pienso que sólo les está enseñando más agresividad.
Evidentemente no podemos hacer como si no pasara nada. En ese momento tan delicado, debemos calmarles, no hace falta que les demos una charla sobre comportamiento ya que aún no tienen gran capacidad de entendimiento y además en ese momento tampoco van a escuchar más de dos palabras seguidas. Pero si debemos enseñarles alternativas a esa reacción.
A esta edad, el lenguaje, la comunicación a través de las palabras, todavía no está muy desarrollado, lo que empeora la frustración y hace más difícil esta tarea. Pero sí podemos enseñarles a decir por ejemplo, "no gracias" cuando algo no les gusta y otras palabras sencillas que sustituyan los temidos golpes y mordiscos.
Además sería importante controlar los dibujos que ven en la tele, ya que los empujones y gritos aparecen frecuentemente y los niños/as lo pueden interiorizar como un comportamiento normal. También es importante que realicen actividad física diariamente, ya que es la mejor manera y más divertida de descargar energía y todos sabemos que los niños/as a esta edad, a veces tienen demasiada.
Para terminar sólo decir que al ser una parte del desarrollo, según vayan madurando nuestros peques, aumentará su capacidad de entendimiento, de comunicación y su empatía y así esta fase formará parte del pasado.


Hasta pronto!!!



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