En los últimos años ha aumentado la popularidad de
las guarderías y colegios Montessori en nuestro país. En parte porque muchos
famosos eligen estos centros para sus peques.
Pero qué tienen de especial? Por qué Montessori?
El método Montessori ayuda a los niños a aprender
por sí mismos, a través de la experimentación y explorando su entorno. Las aulas
Montessori se caracterizan por ser un ambiente preparado, real, libre de
peligros, ordenado y limpio, donde los niños van a encontrar materiales
concretos que les ayudarán en su desarrollo. Todos los materiales están
diseñados con un fin específico, de esta manera, nuestros peques están
aprendiendo al tiempo que se divierten. Pueden repetir las actividades tantas
veces como quieran, ya que es la repetición lo que les hará comprender y
dominar cada aspecto de su aprendizaje.
En estos centros, los peques también tienen
libertad para tomar sus propias decisiones y hacer sus propios descubrimientos,
aprendiendo así por ellos mismos. Sé que este punto suscita muchas
preguntas a los papás y a las mamás. Y es que en muchos casos piensan: libertad
= caos? sólo van a hacer lo que les gusta? mi peque no va a aprender todas las
materias?.
La libertad en las aulas Montessori está sujeta a
unas reglas como el respeto a uno mismo, a los demás y al entorno. La libertad
no está unida a la falta o retraso en el aprendizaje y me gustaría poner un
ejemplo: Si a tu peque le encantan los dinosaurios y juega con ellos la mayor
parte de su tiempo libre, esto es algo que en el aula Montessori se puede
utilizar para ayudar en su aprendizaje. Cómo? Leyendo historias sobre dinosarios
para ayudar al desarrollo del lenguaje y ampliar su vocabulario. Si lo que
queremos es ayudar en el área de las matemáticas, podemos contarlos o crear una
actividad para sumar (dependiendo de en que fase se encuentre el pequeñín).
Para su psicomotricidad fina podremos abrir y cerrar cajas con o sin cerrojos
en las que el niño pueda encontar estos juguetes, o pasarlos de una cajita a
otra con ayuda de unas pinzas. Estos son sólo algunos ejemplos. Conociendo
el interés de los peques podemos crear distintas actividades para conseguir el
mejor desarrollo en sus distintas áreas. Y para esto es fundamental la labor
del adulto que tendrá que observar a los niños para conocer sus
inquietudes y necesidades y así guiarles durante su aprendizaje.
La educación Montessori va desde el nacimiento y
hasta los 18 años. A mí me gustaría centrarme en los primeros 3 años de los
peques. Estos primeros años son fundamentales en su desarrollo, ya que durante
este periodo tienen la gran capacidad de absorber lo que les proporciona su
entorno. Y es durante esta fase en la que adquiren ciertas habilidades y
actitudes que necesitarán y utilizarán a lo largo de su contínuo aprendizaje.
Las bases de su futuro desarrollo.
Por esto las guarderías y centros infantiles
Montessori proporcionan un entorno óptimo y una enseñanza individualizada para
liberar y descubrir el potencial de cada niño y ayudar en su desarrollo
durante esta primera fase del aprendizaje. Fundamentalmente se centran en el
desarrollo del habla, la motricidad tanto fina como gruesa y en la autonomía e
independencia de los más pequeños. Esto ayudará a su autoestima y
confianza.
No me gustaría terminar sin mencionar uno de los
puntos que trabajan los centros Montessori y que para mí es uno de los más
importantes, si no el más importante. Se trata de la concentración.
A través de la metodología Montessori los más pequeños aprenden a desarrollar
su concentración. Simplemente jugando con esa actividad que tanto les gusta y a
través de la repetición, nuestros peques se abstraen de lo que hay a su
alrededor y se sumergen en su propio aprendizaje.
Estos son algunos de los aspectos por los que yo
considero que los centros Montessori están teniendo tan buena acogida en
nuestro país.
Si quieres informarte un poco más sobre esta metodología,
te recomiendo el libro de María Montessori " La Mente Absorbente".
Un saludo y hasta pronto.
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