Ir al contenido principal

Educación respetuosa y límites.




Suelo escribir sobre vivencias propias, comentarios que escucho o preguntas y dudas de los padres con los que diariamente trabajo.
Hoy me gustaría poder ayudar con este post a una pregunta muy repetida: Educamos de forma respetuosa marcando límites a nuestros hijos?. O el respeto y los límites no pueden ir juntos?.
Como algunos sabéis soy guía Montessori, gerente de un centro infantil basado en esta pedagogía y madre de dos niños. Con la experiencia que tengo espero poder contestar de forma clara.
Cuando los padres visitáis nuestro centro por primera vez me gusta explicaros cómo aplicamos el método en nuestro día a día. Una de las primeras cosas que os contamos es que educamos desde el respeto, entendiendo que cada niño tiene un desarrollo distinto y que le guiamos en su camino hacia un desarrollo óptimo, basándonos en sus ritmos de aprendizaje y sus intereses particulares. Además os explicamos que para que esto sea posible, necesitamos que se respeten tres límites fundamentales: el respeto a uno mismo, el respeto a los demás y el respeto a nuestro entorno.
Por lo que desde mi punto de vista, los límites no sólo sí tienen cabida dentro de una educación respetuosa, sino que considero que son necesarios dentro de la educación en general.
Voy a explicaros en qué consisten estos tres límites para que podáis entender mejor mi respuesta.
1. El respeto a uno mismo.
Por supuesto, no hacerse daño físico a uno mismo (parece obvio pero es un tema complicado cuando nuestros peques están aprendiendo a gestionar la frustración). Pero me gustaría ir más allá y comentaros que en este punto también entra la libertad de cada uno de tomar y llevar a cabo sus propias decisiones. De esta manera acompañamos al niño en esta etapa tan importante en la que se forma su personalidad sin coartar sus necesidades o cohibir su carácter. Esta libertad lleva consigo el cumplimiento de las normas de las que estamos hablando.
2. El respeto a los demás.
No agredir, respetar la  diversidad, la opinión de los demás y sus decisiones nos permite vivir en sociedad, una sociedad "pacífica" donde todos tenemos el mismo valor. Aprender a respetar y tolerar los "no" , a respetar que otros no quieran compartir sin convertirlos en personas egoístas y lo más importante y complicado, aprender a empatizar. De esto trata este importante segundo límite.
Los niños (en general) están preparados para socializar a los tres años, por lo que este límite es un gran y complicado trabajo en la primera etapa de la educación infantil.
3. Respeto a nuestro entorno.
En este punto entra el conocimiento y cuidado del medio ambiente así como de los materiales y entorno diario de todos. Aprendiendo el buen uso de los objetos y desarrollando así el sentido de orden, independencia y responsabilidad.
"Pero, mi hijo lanza todo, debo frenar esa fase por la que está pasando?" Por supuesto que no. Todas las fases aportan y ayudan a nuestros hijos en su desarrollo, en este caso, se le puede preparar una actividad donde se sienta libre para lanzar y seguir aprendiendo.
Este es un ejemplo de libertad y respeto con límites.

Para terminar, me gustaría deciros que, estos tres puntos de respeto que acabo de explicar son válidos y necesarios no sólo para los niños, sino para todos y es que no se nos debe olvidar que estamos educando a futuros adultos y las bases que pongamos desde un principio les marcará como tales.

Hasta pronto!!!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Separar a los niños por edades?

Muchos colegios y sobre todo guarderías han decididono no separar a los niños por edades. Podemos encontrar a niños/as de 1 a 3 años en el mismo aula compartiendo actividades y espacio. Y qué beneficios aporta? Como hemos podido observar muchas veces en situaciones de nuestro día a día, nuestros hijos/as imitan a niños/as más mayores que hay en su entorno. Muestran interés por hacer lo que ellos hacen y aprenden de esta manera nuevos pasos en su desarrollo. En la guardería hemos podido comprobar que esto realmente funciona. Los más pequeños aprenden de sus compañeros y los mayores asientan sus conocimientos y refuerzan su autoestima. Además y desde mi punto de vista, que los niños/as de distintas edades compartan espacio y actividades les acerca más a la realidad del mundo y aprenden de esta manera a cuidar, ayudar y respetar a los demás, a escuchar y a compartir. Todos ellos son valores fundamentales para un desarrollo emocional y socialmente sano. Además, como ya observó María

Mi niño pega

A menudo nos encontramos en la guardería con papás y mamás muy preocupados porque sus hijos/as pegan o muerden a otros niños. Yo, como maestra y como madre, soy consciente de que es un tema muy delicado y que acarrea muchas preocupaciones. Me encantaría decir que es algo fácil y rápido de solucionar, pero no lo es. Cuando nuestros peques rondan la edad de 2 años empiezan a mostrar este comportamiento (por supuesto cada niño/a es diferente, ni todos lo pasan, ni todos lo hacen en el mismo momento).  En esta etapa los niños/as aún no muestran empatía y tienen un comportamiento egocéntrico. Cuando necesitan o simplemente quieren algo, utilizarán las herramientas que hasta el momento poseen para poder conseguirlo. Qué pasa cuando no pueden conseguirlo fácilmente? Entonces aparece la frustración. Ella es la causante de las rabietas y la agresividad de nuestros niños/as, ella es la culpable de este comportamiento. No debemos olvidar esto, ya que no es una opción que elijan nuestros niños,